El envejecimiento saludable de la población es uno de los principales retos sanitarios actuales. Se trata de que el aumento de la esperanza de vida se vea acompañado de buena salud. Por su cercanía, accesibilidad y como expertos en el medicamento, el papel del farmacéutico y de la red asistencial de farmacias es esencial para promover el envejecimiento activo y saludable.
Para lograrlo, las farmacias cuentan con varios proyectos que dan respuesta a las necesidades sanitarias y al bienestar de las personas mayores. Como por ejemplo
Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD)
El Servicio de dosificación y seguimiento personalizado de la medicación, que ofrecen más de 200 farmacias de Aragón, ayuda a los pacientes a evitar confusiones con los tratamientos, de modo que sepan perfectamente qué medicamento deben tomarse cada día y a qué hora.
El farmacéutico revisa el tratamiento para detectar cualquier interacción, contraindicación u otra incidencia. Este servicio incluye una estrecha relación entre el farmacéutico y el médico de familia, no sólo para ratificar todos los datos aportados por el usuario, sino también para facilitar la comunicación en el caso de incidencias y cambios en el tratamiento.
Finalmente el paciente recibe la medicación prescrita organizada en un envase tipo blíster que contiene alvéolos donde se introducen las dosificaciones de los distintos medicamentos para cada toma diaria. Con ello, se reducen los errores en la toma de medicamentos, se evitan problemas de manipulación y conservación, y de confusión e intoxicación involuntaria.
Los errores a la hora de tomar la medicación son la primera causa de fracaso terapéutico. Esto quiere decir que muchas veces detrás de un paciente en el que no se aprecia mejoría, lo que sucede es que no cumple con lo que se le ha recetado. Sobre todo si hablamos de pacientes crónicos, polimedicados o personas mayores. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología calcula que alrededor de la mitad de los ingresos hospitalarios de la población de más edad se debe a problemas con la medicación, porque dejan de tomarla, porque toman de más, porque interaccionan unos fármacos con otros.
El farmacéutico revisa el tratamiento para detectar cualquier interacción, contraindicación u otra incidencia
REVISIÓN DEL BOTIQUÍN
Ya hemos visto las consecuencias para la salud de las personas mayores si no cumplen correctamente con el tratamiento, a este problema se suma, muchas veces, la acumulación de los medicamentos en los domicilios. Un riesgo para la salud ya que puede generar confusión y una automedicación sin supervisión de un profesional sanitario. Para evitar estos problemas, las farmacias pueden ayudar a las personas mayores con el servicio de revisión periódica del botiquín.
El farmacéutico revisa todos aquellos medicamentos y otros productos para el cuidado de la salud que constituyen el botiquín del paciente. Todo ello con la finalidad de mejorar el contenido y las condiciones de conservación del botiquín, así como detectar y marcar posibles medicamentos peligrosos para el paciente.
Hay que revisar el botiquín un mínimo de dos veces al año, y eliminar medicación obsoleta, caducada o en mal estado. Otra labor del farmacéutico es evaluar el conocimiento del paciente sobre la indicación y posología de los medicamentos. Hay que tener especial cuidado con la presencia de medicamentos que provienen de tratamientos anteriores, que constituyen un resto que puede llevar a un uso inadecuado por automedicación. Por ejemplo, cuando un paciente ha finalizado un tratamiento antibiótico, pero quedan todavía unidades, es recomendable su retirada al Punto Sigre.
Para evitar estos problemas, las farmacias pueden ayudar a las personas mayores con el servicio de revisión periódica del botiquín.
BRECHA DIGITAL
La farmacia en un instrumento de apoyo para salvar la brecha digital que sufren sobre todo personas mayores. Como ya se comprobó durante la pandemia, los farmacéuticos ayudaron a los pacientes sin conocimientos en internet a solicitar su cita de vacunación a través de la web o de la aplicación de la consejería de Sanidad.
Aunque a veces las nuevas tecnologías son un obstáculo para nuestros mayores, también pueden ser una gran ayuda sobre todo en las zonas rurales, acercando a la población aquellos servicios sanitarios de los que carece el medio rural.
Por ejemplo, con la creación de un punto de salud digital en la farmacia para los pacientes que utilizan medicamentos del ámbito hospitalario. A través de la farmacia puede acceder a consultas por videollamada con el farmacéutico hospitalario, favoreciendo de esta manera una Atención Farmacéutica de proximidad, sin necesidad de desplazamientos del paciente al hospital de referencia.