Los geriatras avalan el uso y la dispensación en farmacia de los sistemas personalizados de dosificación (SPD) para mejorar el cumplimiento y la administración de los medicamentos en pacientes dependientes. Así se recoge en el documento Manual de habilidades para cuidadores familiares de personas mayores dependientes, realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y presentado la semana pasada en Madrid, que insiste en la importancia de utilizar estos dispositivos, que «son una herramienta útil e indispensable para estos pacientes». Según explica a CF José A. López Trigo, presidente de la sociedad, «los SPD son necesarios para los dependientes y el farmacéutico debería ser el responsable de su seguimiento y control a través del cuidador. Es el profesional más adecuado por su proximidad, formación y relación de confianza con los pacientes y sus familiares, además conocen su terapia, cómo administrarla y cómo gestionar los fármacos».
Como informa Ana Riera, farmacéutica de Palma de Mallorca y participante en la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas del Sistema Nacional de Salud por parte de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, «la mayoría de estos pacientes además de polimedicados tiene una medicación muy compleja y difícil de manejar por los horarios, las tomas y la forma de administración, lo que lleva al incumplimiento y a la falta de adherencia, muy elevada sobre todo con el paso del tiempo». Esta situación, «sumada al estrés que tienen los cuidadores, hace que cobre más importancia este servicio que se debería ofertar de palabra en las oficinas de farmacia», indica Riera.
Y es que, a pesar de la promoción, en carteles y expositores, que se hace de los SPD, «la experiencia nos demuestra que son pocos los que los conocen y menos los que los demandan». En opinión de Rosa Navarro, presidenta de la Asociación de Farmacéuticos Ortopédicos de Aragón y coordinadora de la guía El cuidado del cuidador, del COF de Zaragoza, «antes de ofrecer el servicio hay que valorar la capacidad del cuidador para detectar posibles carencias y resolver las dudas que puedan tener». Tras esto, coinciden las farmacéuticas, «se informará al médico de introducir al paciente en este proceso de seguimiento con los SPD». Si el cuidador prefiere no contar con este sistema, «se indicará por escrito las pautas del tratamiento», añade Navarro.
Además de los problemas con la medicación, «las dudas sobre cómo movilizar al paciente son frecuentes», señala López Trigo. En este sentido, «la farmacia puede ofrecer ayudas técnicas», indica Navarro, como «grúas, sillas de ruedas para ducha o camas articuladas que facilitan el manejo y evitar lesiones de espalda».
Fuente: www.correofarmaceutico.com