Una vez se reconoce la adicción y se desea dejar de fumar, lo más conveniente es buscar ayuda de un profesional de la salud. Cuando un fumador intenta abandonar el tabaquismo por su cuenta, las posibilidades de éxito se cifran entre un 5 a 8%. En cambio, este porcentaje aumenta cuando se acompaña de un tratamiento farmacológico adecuado y el apoyo de un profesional sanitario.
El papel del farmacéutico
El farmacéutico desarrolla una importante labor en la lucha contra el tabaco, tanto en lo referente a educación sanitaria, la prevención del tabaquismo y la incentivación para abandonarlo; como el asesoramiento de aquellos que acaban de dejar de fumar, la propuesta de tratamientos que no requieran receta médica, el reforzamiento de las pautas y el seguimiento de aquellos tratamientos establecidos por el médico.
El tratamiento de cesación tabáquica es complicado y puede requerir la realización de varios intentos antes de alcanzar el éxito; y el asesoramiento farmacéutico puede contribuir a este éxito.
En esta preparación para dejar de fumar, la vocal de Atención Farmacéutica del COFZ, Mercedes Arias, destaca la importancia de avisar a familiares y amigos de la intención de abandonar el tabaco ya que “su ayuda y compresión serán importantes para el éxito”; también recomienda elegir un día para dejarlo, “lo llamamos el día D”, que no coincida con días de tensión, cambios que alteren el estado de ánimo o celebraciones. Por último, Arias recuerda que “las ganas de fumar no son eternas, desaparecen al cabo del tiempo”.
Beneficios del abandono del tabaquismo
En términos sanitarios y, evidentemente también en términos sociales y económicos, el abandono del tabaquismo trae importantes y beneficiosas consecuencias para el propio individuo, las personas de su entorno inmediato, y para el conjunto de la sociedad.
El cese de consumo de tabaco produce beneficios inmediatos. A los pocos días el “exfumador” refiere:
- Mejora de su capacidad pulmonar
- Mayor tolerancia al ejercicio físico
- Reducción en la sensación de fatiga
- Recuperación de los sentidos del gusto y del olfato
- Desaparición de la tos y expectoración matutina
- Reducción de la halitosis
- Eliminación del color amarillento de dedos y dientes.
Sin embargo, la importancia de la deshabituación radica sobre todo en los beneficios a largo plazo, ya que se consigue disminuir el riesgo de las importantes complicaciones asociadas al consumo de tabaco. Así:
- Al cabo de un año se reduce a la mitad el exceso de riesgo de enfermedades coronarias (infarto y angina).
- A los cinco años, se elimina el 50% del exceso de riesgo de cáncer de boca, faringe y esófago.
- Diez años después se produce la reducción del 50% del exceso de riesgo de cáncer de pulmón, riesgo que se elimina totalmente a los quince o veinte años.