Un poco de historia:
A principios del siglo XX, en un hospital de Frankfurt (Alemania) ingresó una mujer con síntomas de dificultad de memoria, desorientación y dificultad de comprensión.
El caso fue comentado entre los médicos del hospital y fue el Dr. Alois Alzheimer el que finalmente se interesó por el caso, la trató durante todo el proceso, hasta su muerte y siguió estudiando su cerebro de forma minuciosa, describiendo una nueva enfermedad nunca vista hasta entonces.
Aunque al principio sus colegas no le hicieron mucho caso, fue su mentor quien, finalmente, llamó a esta patología enfermedad de Alzheimer, en reconocimiento a sus investigaciones.
Definición:
Podemos definir, de una forma sencilla, la enfermedad de Alzheimer como una patología degenerativa, progresiva e irreversible que afecta a las funciones intelectuales del enfermo influyendo por ello en sus actividades diarias.
Causas:
No hay una sola causa que provoque esta patología, sino más bien es la suma de una serie de factores que pueden desembocar en ella.
La causa más frecuente consiste en el metabolismo anormal de tres proteínas, que provoca la formación de unas placas en el cerebro que alteran las neuronas cerebrales y esto se manifiesta como la enfermedad de Alzheimer.
Existen, además, factores de riesgo que favorecen la aparición de la enfermedad, veamos algunos:
- Edad avanzada: como hemos dicho antes no debemos confundir el deterioro normal al ir cumpliendo años: con la enfermedad de Alzheimer.
- Sexo femenino: suele ser más frecuente en mujeres.
- Antecedentes familiares: está demostrado que existe un factor hereditario.
- Tabaco: fumar multiplica por dos el riesgo de padecer Alzheimer.
Se cree que tanto la hipertensión como la hipercolesterolemia y la diabetes, pueden influir en la aparición de la enfermedad.
Signos y Síntomas:
En las primeras fases, lo más frecuente, es que el paciente no sea consciente de su enfermedad y achaque las pérdidas de memoria a la edad o a otras causas.
El síntoma más característico es la pérdida de memoria de sucesos recientes, olvidos, desorientación espacial.
Conforme pasa el tiempo, en fases más avanzadas, el paciente se va dando cuenta de que no recuerda lo que comió o cenó, no sabe donde dejó las llaves , o sale a pasear y le cuesta encontrar el camino de vuelta. Esto hace que el paciente se deprima y se encierre en sí mismo, por miedo a que los demás se den cuenta de sus fallos, cambia su personalidad, se vuelve más callado y huraño, sufre de ansiedad, duerme mal y está inquieto.
En la fase final, no reconoce a sus seres queridos y necesita a alguien que le ayude a realizar actividades tan sencillas como vestirse, desnudarse, indicarle donde está el baño, cómo comer, etc. Suele hacer preguntas repetitivas habitualmente, en ocasiones piensa que los demás están en su contra, por una visión alterada de la realidad, y eso puede hacer que en ocasiones se muestren agresivos, (ellos piensan que deben defenderse de los demás).
Es curioso que, aunque no reconocen a sus seres queridos, no olvidan su existencia y distinguen perfectamente entre el cariño y la indiferencia de los demás hacia ellos. También son capaces de recordar canciones, música y olores característicos de su vida.
Cómo se diagnostica:
Es muy importante y beneficioso para el paciente, el diagnóstico precoz de la enfermedad.
El diagnóstico se basa en:
Síntomas clínicos. Debemos acudir al médico ante síntomas del tipo:
- Olvidos frecuentes
- Dificultad para concentrarse
- Desorientación
- Dificultad para hablar o expresar pensamientos
- Perder objetos cotidianos o no saber dónde estánCambios de humor, depresión, inquietud, no participar en actividades familiares o sociales.
Marcadores biológicos: Proteína tau y Péptido beta amiloide en líquido cefalorraquídeo.
Una disminución de los niveles de beta amiloide y un aumento de proteína tau es específico de la enfermedad de Alzheimer. Esto se puede ver en pruebas como TAC ó RMN, que generalmente ordena el neurólogo.
Tratamientos disponibles:
Hoy en día no hay ningún medicamento que cure la enfermedad de Alzheimer. Con los tratamientos actuales, únicamente se pretende que la enfermedad curse a una velocidad mas lenta, de forma que se retrase al máximo que el paciente pierda su autonomía funcional.
Las opciones terapéuticas son:
- Donepezilo: Aricept® , Lixben®, Donabran®, Yasnal® .
- Memantina: Axura®, Ebixa®, Mantinex®, Marxino®.
- Rivastigmina: Exelon®, Prometax®.
- Galantamina: Reminyl®, Galnora®.
Su farmacéutico le resolverá cualquier duda o problema que tenga con la medicación.
Consejos de Salud:
- Establecer una rutina diaria.
- Mientras sea posible, hacerse cargo de su aseo personal, y participar en las tareas cotidianas en el hogar.
- Mantener una dieta variada y completa, hidratándose adecuadamente.
- Realizar juegos de concentración en familia como parchís, cartas o cualquier juego que le guste al paciente.
- Adecuar su entorno para evitar posibles accidentes.
- Convivir en un ambiente tranquilo.
- Observar la evolución del paciente
- Controlar su medicación, controlar su adherencia al tratamiento y facilitar la ingesta de fármacos. Para ello consulte a su farmacéutico.
En resumen, PACIENCIA Y CARIÑO.
En el cuidado de estos pacientes juega un papel importantísimo la persona que se ocupa de su cuidado, lo que llamamos cuidador. No debemos olvidar que HAY QUE CUIDAR AL CUIDADOR para ello sugerimos:
- Recabar la mayor información posible sobre la enfermedad.
- Consultar las distintas opciones de ayuda que pueda disponer para facilitar el día a día.
- Aprender diferentes técnicas para el cuidado del paciente
- Pedir ayuda cuando la necesite, nadie es imprescindible, todos necesitamos descanso y tiempo libre para evitar sentirnos desbordados por la situación.
- Saber que hay que hacer ante una situación de urgencia inesperada, tener una persona a quien llamar.
- Asesoramiento jurídico, social y sanitario del centro de salud de la zona.
- Por último, mirar hacia adelante y pensar que lo principal es que el paciente reciba los cuidados adecuados y de la mejor manera.
No dude en acudir a su farmacéutico. Él podrá ayudarle, escucharle cuando lo necesite, dando ideas para que el día a día pueda ser un poco más agradable, explicándole temas cuando no entiendan algo, incluso indicarle dónde acudir para obtener la ayuda que necesite. En él tendrá un apoyo.
Autora: Pilar Alloza – Farmacéutica en Ainzón (Zaragoza)