¿Qué es la dispepsia?
La dispepsia es la anomalía que comúnmente conocemos como una digestión difícil o “mala digestión”.
La eupepsia o digestión normal es el proceso de transformación de los alimentos que son ingeridos para resultar en sustancias más sencillas que puedan ser absorbidas.
La dispepsia es, pues, la alteración del proceso fisiológico digestivo cuyo origen puede ser muy diverso.
No obstante, es un síndrome amplio que, de acuerdo con los criterios de la Conferencia Roma III, se define como dolor o molestia localizada en el tracto gastrointestinal superior. Es, pues, una definición muy genérica que abarca una amplia variedad de situaciones incómodas para el organismo.
Se clasifica en:
- Dispepsia orgánica: cuando se identifica una causa orgánica, por ejemplo una úlcera o un cáncer.
- Dispepsia funcional: cuando se debe a causas diversas y surgen síntomas variados.
- También hay otra, la “dispepsia no investigada”, cuando el diagnóstico es sindrómico y no se considera necesario realizar exploraciones diagnósticas complementarias.
¿Qué síntomas produce?
Puede cursar con variedad de síntomas que pueden estar o no relacionados con la ingesta de alimentos:
- regurgitaciones ácidas, pirosis, ardores esofágicos
- gastralgia, ardor gástrico
- dolor postprandial tardío
- hinchamiento abdominal con flatulencias
- pesadez postprandial
- boca pastosa, mal aliento
- nauseas, vómitos
¿Cuáles son sus causas?
- Digestivas: gastritis, úlcera péptica gástrica o duodenal, hernia de hiato, diversos cánceres en el tubo digestivo, enfermedades hepato-biliares, pancreatitis crónica, malabsorción intestinal, lesiones inflamatorias u obstructivas intestinales,…
- Extradigestivas: hipocalcemia, hipo e hipertiroidismo, diabetes mellitus, uremia, ansiedad, estrés,…
- Errores en la alimentación: comidas desequilibradas, copiosas, picantes, muy salazonadas y ahumadas.
- Abuso de café, alcohol, bebidas con gas y tabaco.
- Toma de medicamentos: antiinflamatorios no esteroideos (AINE), ácido acetilsalicílico (AAS), preparados de hierro, digoxina, etc.
Diagnóstico
Puede proceder la investigación de Helicobacter pylori en el estómago.
También es de gran utilidad la realización de una endoscopia para descartar o confirmar una posible lesión orgánica o tumoral.
¿Cuáles son sus posibles tratamientos?
1/ Si se ha identificado la presencia de Helicobacter pylori el médico valorará el tratamiento procedente para su erradicación. Así como en el caso de que exista una lesión orgánica o tumoral planteará los correspondientes tratamientos específicos.
2/ Si fuera conveniente podrá prescribir tratamiento con fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBP) y/o procinéticos. También podría usar antiácidos y antiflatulentos.
3/ Si el diagnóstico indica causa psicológica podrán considerarse tratamientos alternativos como la psicoterapia y/o prescripción de antidepresivos.
4/ Habrá que implantar medidas higiénico-dietéticas y de higiene de vida: controlar la alimentación, tomar comidas equilibradas, masticar correctamente, comer despacio, evitar el estreñimiento, evitar el estrés.
5/ Si las causas orgánicas o tumorales han quedado descartadas podrán introducirse, desde la farmacia, remedios de fitoterapia indicados para los diversos síntomas que molesten al paciente. Así pues, podrán utilizarse especies vegetales que faciliten la digestión, que estimulen las secreciones gástrica y de enzimas proteolíticas, que tengan actividad antiespasmódica, carminativa o antiflatulenta, que sean coleréticas y/o colagogas, etc.
Plantas Medicinales que se usan en dispepsias:
Eupépticas: son ricas en esencias que estimulan el peristaltismo y las secreciones digestivas. Entre ellas están: menta, menta poleo, manzanillas…
Antiflatulentas y carminativas: eliminan el exceso de gas acumulado en el colon. Son: hinojo, anís verde, anís estrellado, angélica…
Protectoras gástricas: las que favorecen la protección y mantenimiento óptimo de la mucosa gástrica y duodenal; el regaliz o palodulce, malva, malvavisco, lino…
Frente a patologías hepatobiliares: plantas de acción colerética y/o colagoga de manera que aumenten la producción y la excreción de bilis para facilitar la digestión, principalmente, de alimentos grasos. Son: cardo mariano, diente de león, boldo, fumaria…
Autor: Jesús Catalán – Farmacéutico de Luna (Zaragoza)