39 BIFAR ticos con el tiempo) y Escherichia coli, una de las especies más comunes en nuestro intestino, que se vuelve patógena cuando prolifera de manera descontrolada. La actividad antibacteriana del extracto se atribuye principalmente a los limonoides, capaces de destruir las membranas bacterianas y liberar el contenido citoplasmático en un corto período de tiempo, eliminando así la carga bacteriana nociva. Otros estudios también han puesto de relieve las propiedades antibiofilm de este extracto, que es una propiedad crucial: el biofilm es una capa protectora que las bacterias producen para protegerse y aislarse de los ataques del entorno externo, provenientes, por ejemplo, del sistema inmunitario o de los medicamentos, y la búsqueda de moléculas activas en este sentido es una frontera abierta en la investigación de nuevos medicamentos antibacterianos. Propiedades muy similares se han demostrado también contra Candida albicans, un hongo que a menudo causa infecciones recurrentes cuando la funcionalidad de nuestro sistema inmunitario o la composición de la microbiota bacteriana presente en las mucosas de nuestro cuerpo se ven comprometidas. El interés por la acción antibacteriana del extracto, junto con su selectividad, es aún mayor si consideramos el problema de la resistencia a los antibióticos que, como subraya la Organización Mundial de la Salud, implica un número cada vez más elevado de cepas bacterianas. Esta propiedad única, de hecho, se pone en clara contraposición a los efectos indiscriminados de los antibióticos y antimicóticos de síntesis sobre nuestra microbiota: estos fármacos, pese a que resuelven la problemática de inmediato, causan como efecto secundario el empobrecimiento general de la biodiversidad microbiana intestinal. Esto predispone, con el tiempo, no solo a una recolonización por parte de especies patógenas (con la posibilidad de desarrollar recaídas, como tantas veces observamos en las cistitis recurrentes), sino también a un debilitamiento general de las funcionalidades digestivas, metabólicas, inmunitarias e intestinales. Gracias a estas fuertes propiedades funcionales, el interés por el GSE ha crecido en los últimos años y no solo a nivel médico. A nivel alimentario, se usa en revestimiento y embalajes de productos envasados. El extracto de semillas de pomelo representa un gran recurso también por su actividad citoprotectora. Los flavonoides de los que es rico desempeñan una importante acción antioxidante y antiinflamatoria, que permiten contrarrestar la acción lesiva de los radicales libres sobre las mucosas y, paralelamente, promover los procesos generativos del organismo. Una de las características que aumenta el carácter selectivo del GSE, al regenerar y propiciar el ambiente óptimo de nuestra microbiota fisiológica. El GSE es, por lo tanto, un extracto muy versátil y su uso ya consolidado en el tiempo lo convierte en un recurso realmente valioso, aplicable tanto para uso sistémico como para uso tópico, en los que los antibióticos y los antimicóticos, no sean indispensables. GSE: entre tradición e innovación Los conocimientos seculares de la fitoterapia tradicional junto con las modernas técnicas extractivas de hoy. permiten mejorar el rendimiento de los extractos de plantas, valorando al máximo el fitocomplejo y obteniendo extractos con sustancias activas más concentrados y heterogéneos, y por lo tanto más activos. Entre estas técnicas se encuentra la tecnología de Biolicuefacción® Molecular, un proceso desarrollado en el Departamento de Química Industrial Toso Montanari de la Universidad de Bolonia, pensado para superar los límites de las tecnologías de extracción convencional. Esta tecnología patentada se basa en una combinación de múltiples tratamientos enzimáticos (elegidos según la matriz vegetal específica a tratar) que permite literalmente degradar la matriz vegetal a nivel molecular, y de manera específica, las macroestructuras polisacarídicas y proteicas a través de cortes moleculares específicos, haciendo solubles y biodisponibles en un ambiente acuoso todas las demás moléculas funcionales. Particularmente en los vegetales hay miles de diferentes moléculas potencialmente interesantes, muchas de las cuales, al estar covalentemente unidas a la parte sólida de la matriz vegetal, no pueden ser extraídas de manera eficaz con las tecnologías tradicionales. La tecnología de Biolicuefacción® Molecular ha sido recientemente aplicada también a las semillas de pomelo, de las cuales se ha obtenido un extracto enriquecido en polifenoles y con un mayor poder antioxidante. Aún más potente es el proceso de hiperfermentación, tecnología que combina la Biolicuefacción® Molecular con la fermentación, técnica milenaria de origen mediterráneo, que aprovecha los microorganismos para producir metabolitos activos de gran interés. A partir del sofisticado proceso productivo ha sido posible obtener un fitocomplejo aún más rico y eficaz, optimizado no solo en la componente polifenólica y, por lo tanto, en la actividad antioxidante, sino también en la fracción aminoacídica/proteica, es decir, nutritiva. Dadas las peculiares características y propiedades del extracto de semillas de pomelo, el GSE puede ser considerado una práctica válida para el uso cotidiano, para el mantenimiento del buen estado de salud del organismo y para aliviar innumerables trastornos que no necesitan un enfoque farmacológico. ■
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