21 BIFAR Oportunidades. Los farmacéuticos, somos los profesionales de la salud que más cerca nos situamos de los pacientes, y en muchos casos, nos convertimos en la primera consulta antes de acudir a urgencias o pedir cita con un médico de cabecera. Aunque, en las farmacias rurales (como la que estoy yo) la confianza suele ser mayor que en poblaciones más grandes, este hecho se presenta como una gran oportunidad para poder adquirir mayores competencias de atención primaria. Desafíos. De la misma manera que la revolución industrial apartó de sus puestos de trabajo a mucha gente con trabajos mecánicos, la aparición de la era digital y el comercio ‘online’ está acabando con los pequeños comercios. En farmacia comunitaria, tenemos una parte de parafarmacia, con productos que hoy en día se pueden encontrar a menor precio por internet, solo nos salva la inmediatez a la hora de adquirirlos, haciendo que corra peligro la parte de venta libre. Tampoco quiero dejar de lado la continua bajada de precios de los medicamentos y el sistema de márgenes de ganancia, que ambos son ridículos en algunos. Con el tiempo, si los gastos de la farmacia superan a las ganancias, el mayor desafío podría ser el hecho de tener una farmacia. Colaboración con otros profesionales. En primer lugar, deberían desaparecer los rasgos de personalidad asociados a ciertas personas, como puede ser la soberbia y el egocentrismo, contrarios a todo tipo de trabajo en equipo. Hay que tener claro el objetivo común: ‘La buena salud de los pacientes’. Para ello es necesario que trabajemos como un equipo donde cada uno tiene su rol y su importancia. (El cometido de un portero no es meter goles). Pacientes. Los farmacéuticos, somos los profesionales de la salud que en el día a día llevamos el seguimiento del paciente con su medicación. Por lo general, suele haber muy buena relación y el paciente confía en nosotros. De todos modos, si nos diesen alguna competencia más, como ocurre en otros países, los realmente beneficiados serían los propios pacientes y la relación con los mismos sería todavía mejor. Belén Matamoros, Farmacéutica adjunta en La Joyosa. “Hay que trabajar en afianzar el rol clínico de la profesión” Oportunidades. La farmacia comunitaria siempre ha sido un servicio asistencial esencial, pero es cierto que a raíz de la pandemia sufrida ha cambiado la realidad de nuestro sistema sanitario. Esto ha originado un cambio en la percepción de la farmacia por parte del paciente. Ha sido sin duda un gran momento para implementar nuevos servicios asistenciales y contribuir a la salud pública haciendo frente a esta situación tan compleja. En mi caso, valoro la interacción con la sociedad y los efectos positivos que les podemos aportar, la oportunidad de marcar una diferencia significativa en la vida de las personas que pasan por nuestra farmacia es algo gratificante. El ayudar a los pacientes a comprender sus medicamentos, controlar sus condiciones de salud y mejorar su calidad de vida es una recompensa. Desafíos. Un gran reto por el que debemos apostar es la digitalización de la botica. Esto nos ofrecerá un amplio abanico de posibilidades; entre ellas el poder implementar nuevos servicios profesionales en la farmacia. Un foco de atención sería solicitar un aumento de las competencias legales del farmacéutico comunitario y trabajar en afianzar el rol clínico de la profesión. Colaboración con otros profesionales. Yo trabajo en un pequeño municipio de la provincia de Zaragoza y soy consciente de que la cercanía y comunicación que tenemos aquí con el médico y enfermero no es la misma ni mucho menos que la que se puede tener en la capital o en pueblos más grandes. Una relación fluida es esencial para una atención sanitaria integral y no estanca, como la que nos encontramos en muchas ocasiones. Pacientes. Esta relación se puede mejorar dedicándole el tiempo necesario a cada uno, aunque sé que no es fácil porque las prisas no lo permiten muchas veces. Como ya he comentado antes, yo trabajo en farmacia rural y esto facilita mucho la relación que tenemos con nuestros pacientes. Para ellos la farmacia no es solo eso, muchas veces es su sitio seguro y de confianza al que recurrir cuando no saben dónde ir. Alberto Humánez, Farmacéutico adjunto en Novallas “Si nos diesen alguna competencia más, como ocurre en otros países, los realmente beneficiados serían los propios pacientes”
RkJQdWJsaXNoZXIy OTMyNTQ=